LA FOTOGRAFÍA FAMILIAR
La llegada de la navidad me trae un recuerdo que viaja desde mis días de la infancia hasta hoy: una afectiva fotografía familiar.
Una aventura visual donde lo histórico es preciso para
quien conoce al grupo familiar.
Con una visión positivista puedo decir que se trata de mi
abuela, mamá, mi hermana, sus hijos y mis hijos, para la fecha teníamos tres y
dos.
Con una visión Kantiana hablare también de las
sensaciones afectivas e ideas que esta fotografía provocan en mí.
Además de las personas es importante el espacio donde la
fotografía fue tomada y su significación afectiva, se trataría de una visión
formalista.
Al análisis de la forma visible se puede agregar el de la
investigación histórica de cada personaje: nombre, fecha de nacimiento,
parentesco, lugar de origen. Será la imaginación creadora y su relación con la
memoria familiar, a partir de sus raíces la que integrara lo memorístico.
No simpatizo con la palabra estructura pero el hacer
histórico, después de mucho tiempo responde a un análisis de los elementos que
se perciben más allá de la fotografía. Con el fin de organizar el conjunto. Algo así como la epistemología,
desde su origen genealógico hasta la emoción y estado de ánimo que causa la
fotografía. El sentado, la mirada, el peinado, el vestuario responden a su propio
momento histórico.
Como la fotografía no responde a una lógica inmutable, en
realidad cada persona de la familia, más allá de lo genealógico, tendrá distintas
percepciones y significados.
Se trata de un retrato familiar tomado en la sala de la
casa de mi abuela, en el barrio de Palermo en Buenos aires. Como lo dice la
nota al reverso y fue tomada en 1958
La imagen muestra a varias generaciones de mujeres de la
familia sentadas en el sofá de abuelita. Desde la izquierda hasta la
derecha, se encuentran: Marta Ana Rial de Gismondi junto a su hija María Marta
Gismondi Rial en brazos. A su lado está su hijo Ricardo Julio Gismondi Rial. En el
centro se encuentra Ana Vanoli de Delpech, abuela de Marta Ana y Julia Elena , y también madre de Anita. En sus brazos lleva a Marisela Sanoja Rial,
hija de Julia Elena. Junto a Ana Vanoli está su hija Anita Eugenia Delpech de
Rial, madre de Marta Ana y Julia Elena Rial, y en sus brazos aparece su nieta
mayor Ana Inés Gismondi Rial. En el extremo derecho de la foto está Julia Elena
Rial de Sanoja, con su hija mayor Luz María Sanoja Rial, en brazos. Además,
Julia Elena está embarazada de su tercer hijo, Julio Rafael Sanoja Rial.
La imagen no está bien centrada, posiblemente la tomo un
familiar aficionado. Todos miran en diferente dirección. Los niños con asombro,
mamá sonriente de tener una nieta en brazos. Abuelita y yo serias, mirando a la
cámara. Mi hermana un poco de soslayo.
Esta foto fue tomada un domingo de invierno, luego de un almuerzo,
donde nos habíamos reunidos todos, padres, hijos, nietos alrededor de unos
raviolis con estofado y un chianti. Con merengues al caramelo de postre, café y
licor.
La fecha en que fue tomada, 1958, le otorga particular
emoción a la fotografía; había caído Pérez Jiménez en Venezuela y ese día me
despedían pues yo me iba a vivir a Venezuela, desde Chile con mi familia.
Abuelita tenía 80 años y murió 16 años más tarde en 1974,
a los 96 años. Abuelita aun preparaba figacitas y las servía con oporto en las
tardes y dejaba que sus bisnietos le revolvieran sus cosas, jugaran con su
domino, se pusieran sus collares y ¡leyeran sus libros! (aun no sabían leer).
Lo mismo que habíamos hecho nosotros cuando éramos niñas. Además jugábamos con la niña del
retrato que es la abuelita chiquita.
Todo eso ya desapareció pero sigue en nuestro recuerdo y disfrutamos que aun siga vivo entre sus nietos y bisnietos.
Esta foto captura la bonita tradición de la familia de
estar juntas y compartir momentos especiales en el sofá de la abuela. Es
hermoso ver cómo las generaciones se entrelazan y se cuidan mutuamente en esta
imagen. La sonrisa en los rostros de todas las mujeres muestra el amor y la
alegría que comparten como familia. Es una imagen que se guarda con cariño y
guarda preciosos recuerdos de momentos felices compartidos en el hogar de la
abuela. Esta foto nos recuerda la importancia de la familia y la conexión que
tenemos a través de las generaciones. Es un tesoro que será apreciado por siempre.
Entonces concluimos que
la fotografía tiene su propia evolución interna que responde a su vida. En ella se une el concepto de familia, la
emotividad de la despedida, la ambivalencia de la imagen fotográfica y el hecho
histórico.
Que lindo relato y ser parte de la foto, les mando todo mi cariño y gracias por la historia Ricardo Julio Guismondi
ResponderEliminar