Personajes femeninos en la literatura: La mujer narrada en la etnotextualidad (Part. 19)
Durante el siglo XX algunas regiones de Argentina mostraban problemas sociales trágicos, debido a la explotación del petróleo en zonas arqueológicas y a la contaminación de aguas en espacios habitados por comunidades mapuches. El resultado del conflicto fue dramático para los habitantes autóctonos, quienes tuvieron que emigrar, adentrase en la cordillera para poder vivir sin contaminantes, y envueltos en la paz de sus creencias animistas.
El conflicto cultural lo refiere La escritora Martha Perotto en su novela corta Territorio Waj Mapú. Patagonia secreta.
La idea, de integrar los personajes femeninos de la novela a este ensayo, es mostrar como, al no ser viable la convivencia entre el poder petrolero y la autóctona comunidad mapuche, dos mujeres: la maestra capitalina y la curandera mapuche, se convierten en intérpretes del sentir de la población. Logran, con la intervención del piache, instalarse en otro territorio, para proteger a su comunidad de la contaminación y envenenamiento de las aguas potables.
La idea, también, es mostrar personajes femeninos de aquilatada personalidad, capaces de conciliar actitudes en función de un bien común.
Las narrativas regionales son proclives a fundar mitos y leyendas alrededor de los personajes femeninos que, por la fuerza telúrica del entorno, llegan a integrar la realidad de los pobladores. Formas contextualizadas que sobreviven durante siglos alrededor de poderes como los de la “Machi”, curandera mapuche, cuya presentación implica la configuración de lenguajes que ameritan diferentes interpretaciones, para comprender los elementos sintácticos y lexicales en Territorio Waj Mapu. Patagonia secreta.
Es interesante observar como la mujer mapuche es depositaria de costumbres, conocimientos y lenguajes ancestrales. En sus palabras se advierte el valor social de la repetición y la simetría, recursos orales para no dispersar la atención y conservar la memoria de una cultura, de la cual ella es reservorio: “Vi en un sueño un río negro de aguas espesas. Vi daño en el agua, un daño que viene de la codicia del huinca. Pero vi que la sanación también viene de él”, dice la Machi a la maestra Graciela con sentido profético, para referirse al problema de niños contaminados que deben ser llevado al hospital para ser tratados.
El lenguaje atiende también a una organización paralela, en la que cada oración comparte jerarquía con las demás. La escritora implica en la Machi hábitos de pensamiento que sustentan la estructura social mapuche, imbuida por un espíritu en el que mitos y sueños asumen un rol humano, en el cual la temporalidad mapuche significa un pasado-presente permanente. Un “para siempre” asignado a la conciencia y al uso de los verbos en tiempos simples, sin formas perifrásticas, una forma de arraigo a la historicidad de los hechos, al presente ininterrumpido de los mitos, a la imposibilidad de separar lo temporal de lo anímico, condiciones de las cuales la depositaria es la mujer.
Las narrativas regionales son proclives a fundar mitos y leyendas alrededor de los personajes femeninos que, por la fuerza telúrica del entorno, llegan a integrar la realidad de los pobladores. Formas contextualizadas que sobreviven durante siglos alrededor de poderes como los de la “Machi”, curandera mapuche, cuya presentación implica la configuración de lenguajes que ameritan diferentes interpretaciones, para comprender los elementos sintácticos y lexicales en Territorio Waj Mapu. Patagonia secreta.
Es interesante observar como la mujer mapuche es depositaria de costumbres, conocimientos y lenguajes ancestrales. En sus palabras se advierte el valor social de la repetición y la simetría, recursos orales para no dispersar la atención y conservar la memoria de una cultura, de la cual ella es reservorio: “Vi en un sueño un río negro de aguas espesas. Vi daño en el agua, un daño que viene de la codicia del huinca. Pero vi que la sanación también viene de él”, dice la Machi a la maestra Graciela con sentido profético, para referirse al problema de niños contaminados que deben ser llevado al hospital para ser tratados.
El lenguaje atiende también a una organización paralela, en la que cada oración comparte jerarquía con las demás. La escritora implica en la Machi hábitos de pensamiento que sustentan la estructura social mapuche, imbuida por un espíritu en el que mitos y sueños asumen un rol humano, en el cual la temporalidad mapuche significa un pasado-presente permanente. Un “para siempre” asignado a la conciencia y al uso de los verbos en tiempos simples, sin formas perifrásticas, una forma de arraigo a la historicidad de los hechos, al presente ininterrumpido de los mitos, a la imposibilidad de separar lo temporal de lo anímico, condiciones de las cuales la depositaria es la mujer.
Martha Perotto logra hacer coexistir en un mismo geoespacio, de diferentes culturas, el respeto por la diversidad. Y son los personajes femeninos, las mujeres hacedoras de este interesante constructo narrativo.
La maestra Graciela y la Curandera construyen un puente, entre el idealismo interior de la cultura autóctona y la dura objetividad externa. Una y otra saben que si se destruye el puente virtual, cesa la comunicación entre ellas, y se interrumpe el cauce del río espiritual que mitiga la sed entre las comunidades.
La palabra fertiliza en la novela de Perotto y encierra una pedagogía de la comprensión y convivencia, ignorada en las narrativas de este siglo.
Es en esta encrucijada, entre creencias y realidades, donde las dos mujeres, con rezos distintos pero criterios lógicos, acuerdan trasladarse a otro lugar para así, aunque pierdan parte de su territorio original, no se destruirá el nicho espiritual de su cultura, y lo simbólico de sus saberes y formas. También salvarán a los pobladores de las enfermedades por contaminación ambiental.
A diferencia de las protagonistas de las novelas revisadas, la Machi se desprende de ella misma, va ataviada con el conocimiento de muchas generaciones, para convertirse en la portadora de las tradiciones de una comunidad. Dos tendencias estéticas, la racional y la espiritual se sincronizan entre Graciela y la curandera. Martha Perotto modela un personaje que cede ante la intervención médica, en busca del beneficio de su grupo etno-cultural.
Las creencias no obnubilan el pensamiento de la Machi, con lo cual muestra un tipo femenino, cuya cultura ancestral no le impide tomar decisiones que, aunque signifiquen romper con significados de su antigua medicina natural, aceptan la medicina científica, para salvar la vida de los niños intoxicados por las aguas contaminadas con desechos químicos.
El proceso de socialización, que los personajes de la novela demuestran, es el mensaje que la autora expresa: una contemporaneidad femenina que interviene para resolver los problemas de su comunidad.
En una novela restringida al ámbito regional, alejado de la capital y sumida en serios conflictos sociales y culturales, Martha Perotto introduce, con la maestra Graciela y la Curandera Machi, protagonismos femeninos dotados de la potencialidad que las novelas urbanas retacean y mezquinan. La ficción logra, en esta narración, una aproximación a las expectativas literarias, que algunos escritores desechan. Poner en evidencia un problema, no resuelto, sobre la mujer en la sociedad actual. Y de qué manera la intersección cultural de dos mujeres inteligentes puede solucionar un conflicto social.
Como en Waj Mapú, existen en el mundo comunidades narrativas con diferentes tradiciones, donde resulta definitoria la heterogeneidad del comportamiento femenino, dentro de lo simultáneo de la tecnología y globalización. Inclusive podríamos hablar de diferentes ritmos de socialización de la mujer en los países latinoamericanos, expresados en los discursos literarios.
Es importante señalar que cada tipo femenino responde a un proyecto social, explícito en las novelas, donde las culturas no se aíslan, se interceptan entre sí. Algunas veces se inventan con personajes femeninos, que sobrepasan los límites de lo propuesto, como la alteridad cultural que acepta la Machi, al distanciarse de la tradicional, fuente de autoridad ancestral que ella representa.
James Clifford en Dilemas de la Cultura considera que esta conducta responde a una textualidad que quiebra la autoridad etnográfica y la denomina “etnotextualidad” o crisis de la autoridad étnica.
Las creencias no obnubilan el pensamiento de la Machi, con lo cual muestra un tipo femenino, cuya cultura ancestral no le impide tomar decisiones que, aunque signifiquen romper con significados de su antigua medicina natural, aceptan la medicina científica, para salvar la vida de los niños intoxicados por las aguas contaminadas con desechos químicos.
El proceso de socialización, que los personajes de la novela demuestran, es el mensaje que la autora expresa: una contemporaneidad femenina que interviene para resolver los problemas de su comunidad.
En una novela restringida al ámbito regional, alejado de la capital y sumida en serios conflictos sociales y culturales, Martha Perotto introduce, con la maestra Graciela y la Curandera Machi, protagonismos femeninos dotados de la potencialidad que las novelas urbanas retacean y mezquinan. La ficción logra, en esta narración, una aproximación a las expectativas literarias, que algunos escritores desechan. Poner en evidencia un problema, no resuelto, sobre la mujer en la sociedad actual. Y de qué manera la intersección cultural de dos mujeres inteligentes puede solucionar un conflicto social.
Como en Waj Mapú, existen en el mundo comunidades narrativas con diferentes tradiciones, donde resulta definitoria la heterogeneidad del comportamiento femenino, dentro de lo simultáneo de la tecnología y globalización. Inclusive podríamos hablar de diferentes ritmos de socialización de la mujer en los países latinoamericanos, expresados en los discursos literarios.
Es importante señalar que cada tipo femenino responde a un proyecto social, explícito en las novelas, donde las culturas no se aíslan, se interceptan entre sí. Algunas veces se inventan con personajes femeninos, que sobrepasan los límites de lo propuesto, como la alteridad cultural que acepta la Machi, al distanciarse de la tradicional, fuente de autoridad ancestral que ella representa.
James Clifford en Dilemas de la Cultura considera que esta conducta responde a una textualidad que quiebra la autoridad etnográfica y la denomina “etnotextualidad” o crisis de la autoridad étnica.
Otras veces la mujer novelada se convierte en verdadera rémora social de la mujer plena. Escritoras y escritores, en tiempos simultáneos, viven procesos cotidianos diferentes. Desde luego que cada uno responde a la diversidad del contexto en el que se mueve, proclive hoy, en Latinoamérica, a la “babelización de los lenguajes femeninos.”
El análisis y la teorización de lo femenino, incluido el feminismo, han contribuido a pensar en nuevas construcciones culturales sobre la mujer inventada. Nuevos comportamientos, sociales, psíquicos, sexuales, intelectuales y afectivos, que permiten caotizar el mapa literario acorde con este siglo XXI, o reconstruirlo.
Compartimos con Roland Barthes la idea de que el texto es un tejido de ideas relacionadas con innumerables centros de cultura, afines con el pensamiento del escritor, la unidad de un texto no radica en su origen sino en su destino. De allí que cada novela logre coherencia en el acto de lectura que, algunas veces, se caracteriza por aferrar significados a hechos culturales y otras por reflexionar sobre una dialéctica contra la voz dominante en el texto, en ambos casos reinterpretando situaciones, diálogos y estilos
Sin embargo, Olvidar las convenciones literarias es la tarea narrativa de este tiempo, e irlas socavando desde su propia textura. Destruir a la mujer con cambios bruscos, que no marquen perfiles del proceso de transformación. Los narradores no parecen querer indicar que este hoy, de auto destrucción ficcional femenina, pudiera convertirse en una positiva y creativa mujer narrada.
“Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo” Dice Ortega y Gasset en Meditaciones del Quijote.






Comentarios
Publicar un comentario