Personajes femeninos en la literatura: El controversial Marqués de Sade (Part. 8)

La aristocracia monárquica y la burguesía industrial, que abolía los viejos métodos de trabajo para implantar máquinas modernas, con las mismas formas de explotación, conformaban una sociedad de ricos y miserables, que  atravesaba un período de extremo libertinaje, en medio de la cual escribe Sade Justine o los infortunios de la virtud. Páginas donde el primer plano lo ocupa el bandidaje pre-revolucionario, en una Francia manejada despóticamente por Luis XVI

Personajes femeninos en la literatura:  El  controversial  Marqués de Sade   (Part. 8) por Julia Elena Rial

Su personalidad cuestionadora, y de irrespeto a la seudo moralidad de la época, llevó a Sade, en varias oportunidades, al presidio por denuncias de vejaciones contra mujeres. Resulta contradictorio que el preso por violencia de género fuera autor de Justine o los infortunios de la virtud. La crudeza del discurso de Sade escandalizó al gobierno francés y su cautiverio, intermitente, duró hasta su muerte. Entre las rejas nace el escritor bajo las cenizas del hombre licencioso.

El autor mismo se sintió obligado a relatar las infamias de las que había participado, lo cual hace suponer que albergaba, en su psiquis, una doble personalidad: la que criticaba la sociedad y la repudiaba, y la que compartía las sodomías con que trataba a las mujeres cuyo sexo compraba.  “Dentro de su ser violento- dice Simón de Beauvoir- se ocultaba el crítico revolucionario a la sociedad”. 

La posterior novela, Ciento veinte días de Sodoma, circuló entre amigos en papel desechable, la prohibición para editarla duró más allá de su muerte.

Justine fue considerada, en su época, una seudo-diabólica novela de acusación a las leyes y al comportamiento monárquico-religioso. Las palabras de la bandolera Dubois manifestaban las críticas de Sade al sistema en el que se vivía, cuando le dice a Therese: “Créeme deja de lado la justicia de Dios, sus castigos o sus recompensas futuras, todas esas tonterías sólo sirven para que muramos de hambre” Las dos mujeres representaban la rebeldía de un grupo social minusvalorado y explotado.

Personajes femeninos en la literatura:  El  controversial  Marqués de Sade   (Part. 8) por Julia Elena Rial

Los relatos del Marqués en Los 120 días de Sodoma pueden verse, no sólo como el fruto de la mente febril, lujuriosa de su autor, preso e incomunicado por razones políticas y morales, sino también, como reduplicación de la corrompida y oculta vida cortesana, que el escritor convierte en múltiples espejos, dentro de los cuales se reproducen, en serie, los personajes del gobierno francés.

Sade refiere el juego interactivo de diversos grupos (miserables, nobles, burócratas y prostitutas) que acomodan, en el espacio textual, la complejidad discursiva de un problema moral, cuya heterogeneidad está dada por las diferentes voces de los que lo provocan, y de quienes lo sufren. Es en este intercambio de lenguajes donde el papel de la mujer se vuelve tenebroso, agobiado o violento según quien lo exprese.

Las obras de Sade fueron perseguidas, no tanto por la ruptura de normas morales, sino por las revelaciones de las sodomías sociales de los integrantes del poder gubernamental. No está demás reconocer el enfrentamiento entre el pensamiento cartesiano y la posición del Marqués, cuyas ideas pone de manifiesto en ”El pecado del sexo”, al convertirlo en un vicio de la época. Sade rompe con la conciencia simbólica del sexo bíblico y presenta, sin tapujos, la violencia sexual de su grupo social.

Se puede considerar que la obra de Sade imagina la “industrialización literaria y metódica del cuerpo humano”. Las torturas físicas sexuales, impuestas a las víctimas, representan un modelo de relaciones laborales, comparables a la obrera que trabaja en serie. Cada órgano sexual y sus funciones son descritos como si fueran tuercas y tornillos que se ajustan para realizar su trabajo. El hombre- máquina está pre-figurado en las descripciones del escritor, para quien sus palacios de placer eran en realidad “laboratorios donde la carne se convertía en materia prima.” Ideas que expresa Alfredo Juan Álvarez en su libro Sade y el sadismo.
Personajes femeninos en la literatura:  El  controversial  Marqués de Sade   (Part. 8) por Julia Elena Rial

Simone de Beauvoir, en su libro El marqués de Sade, considera que el escritor vivió el momento del egoísmo, de la desdicha, de la injusticia, y clamaba por la verdad. Su obra constituye el valor supremo de su testimonio, el leerla surge plantearse un problema esencial que obsesionó a Sade, y que, bajo otras apariencias, sigue siendo preocupación en este siglo, las reacciones violentas del algunos hombres frente a la mujer.

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Julia Elena Rial
Escritora, ensayista y docente argentina (Tandil, provincia de Buenos Aires). Reside en Maracay, Aragua (Venezuela). Profesora de castellano y literatura en el Instituto del Profesorado de Buenos Aires. Estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) e Historia de las Ideas en la Universidad de Chile. Posgrado en Literatura Latinoamericana en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, de Maracay. Ganadora del Premio Ensayo Miguel Ramón Utrera (1998) con Las masacres: ortodoxia histórica, heterodoxia literaria. Mención de honor en el Concurso de Ensayo Augusto Padrón de la Alcaldía del Municipio Girardot (Maracay, 2005).Ganó el Premio Mayor de las Artes y las Letras del Ministerio de la Cultura de Venezuela (2006) con el ensayo Memoria e identidad en José León Tapia. Autora de los libros Constelaciones del petróleo (2003) y El ensayo: identidad, memoria y olvido ( 2007). Colaboradora de la revista brasileña Hispanista y de la revista venezolana Letralia. Miembro fundador Agrupación Literaria Pie de Página y del Consejo Editorial de la Revista Cultural Pie de Página. Jurado del premio de ensayo Augusto Padrón 2001 y del premio de ensayo Marita King 2005

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